La primera fase de rehabilitación del Palacio de Peñaflor
estará centrada en la restauración y
puesta en uso de la esquina norte del Palacio de los Marqueses de Peñaflor,
justamente la de las c/ Emilio Castelar y c/ Cadenas. Es una zona que aglutina
gran parte de la zona más monumental del Palacio, y posiblemente, también la
más antigua, la originaria del edificio.
Es la
puerta principal de acceso al edificio, la puerta de acceso de recepción de
visitantes y la que más persigue el turista. Con este proyecto, se pondrá en
uso la zona más importante del edificio. La portada monumental barroca cuenta
actualmente con gran acumulación de suciedad y de grietas y desplazamientos de
sus elementos constructivos, aspectos estos que se subsanarán en obra.
Ya en el
interior, el patio apeadero, que da servicio directo a las caballerizas, posee
un pavimento de empedrado muy frecuente en la zona, sobretodo teniéndose en
cuenta su uso original. Igualmente se actuará con parte de la zona cubierta, la
de tránsito a la escalera imperial y al patio principal, aunque en este caso el
empiedro se torna a enchinado decorativo, mucho más noble y rico en decoración,
pudiendo disfrutarse de dibujos con distintas formas geométricas que imprimen
movimiento y vivacidad al conjunto. Se plantea su restauración y puesta en uso
para su correcto funcionamiento. No ocurre igual con una caseta para un pozo
realizada a base de ladrillo visto moldurado rematado por bóveda de media
naranja de pequeñas dimensiones pero en muy mal estado estructural. Igualmente
se plantea su restauración estructural y decorativa. El patio queda delimitado
a modo de galería con el vestíbulo de entrada y el espacio de tránsito a patio
y escalera imperial mediante dos arcos de ladrillo visto, con remate de
molduras en arquivolta y clavo con decoraciones a base del mismo material,
aunque moldurado.
La sala de caballerizas quedará también integrada en este
conjunto. Su entrada, de una monumentalidad exquisita, se presenta con una
portada de piedra blanca de Gilena que será restaurada, al igual que las cuatro
ventanas que la acompañan (dos rectangulares y dos en ojo de buey),
restaurándose sus pesebres, poniéndose en uso su pavimento, carpinterías,
lienzos murarios y bóvedas. Con la colocación de instalaciones y alumbrado, se
pondrá en uso turístico esta sala que casi no necesita de ningún elemento anexo
para poder ser disfrutada en todo su esplendor.
Junto a la escalera, un espacio de
que sirve de articulación entre la geometría de la fachada/escalera
y la del patio principal, con forma triangular, fue creado como guadarnés, dada
la cercanía a las caballerizas. Con este proyecto se propone la creación de un
pequeño aseo adaptado para acoger las visitas, ya que en esta zona no existe
ninguno, y es necesario para dar servicio a esos turistas que visiten el
edificio.
La escalera imperial, quizás el espacio interior
más monumental, quedará restaurada completamente. Para ello, los escalones
deberán ser puestos en uso, reaprovechándose los materiales susceptibles de
ello y recolocándose restaurados la mayoría. Se restaurará la barandilla de
forja, así como los elementos pétreos como columnas, basas y pinjantes (que en
este punto son los menos). Por supuesto, el elemento decorativo más importante
de la escalera principal, las yeserías, se restaurarán de manera íntegra,
realizándose limpieza, consolidación estructural, eliminación de repintes,
sentado de policromía y consolidación, además de reintegración volumétrica y
cromática en los casos necesarios.